El sábado se cumplen tres meses del terremoto y el tsunami que se produjo como resultado del mismo, que arrasaron con Japón. Según Pete Howard del ministerio Comida para el Hambriento, la falta de vivienda y la limpieza continúan.
Howard señala que muchos japoneses siguen necesitados: "Cerca de 200,000 personas todavía viven en refugios y fuera de sus hogares. Algunas de estas personas, especialmente aquellas que viven cerca de la planta nuclear de Fukushima, no pueden regresar a sus hogares".
Howard asegura que la iglesia en Japón ha sido fenomenal para proveer ayuda humanitaria, yendo a las zonas 'en riesgo'. Howard opina que es un mover del Espíritu Santo.
"Los pastores y los líderes están teniendo sueños, sueños de Jesús caminando por los escombros hacia la planta nuclear de Fukushima. Algunos de estos líderes cristianos ven esos sueños como un llamado a la iglesia para no huir del peligro de los desafíos, sino que deben seguir a Jesús hacia los lugares en los que está el peligro".
La tecnología en Japón no ha podido proveer esperanza, así que ahora están haciendo preguntas espirituales. Ore para que los cristianos estén ahí cuando la gente comience a buscar de Dios.